La comunicación 2.0

Hoy te traemos un post invitado de Joan Martín, marketer especializado en comunicación 2.0 y redes sociales y socio de la empresa Marficom junto a Carles Fité, a quien hace poquito enredamos también para una de nuestras entrevistas.

Tuvimos la oportunidad de conocer personalmente tanto a Joan como a Carlos en una edición del congreso iDay en Alicante y, además de caernos estupendamente, descubrimos ciertas similitudes en nuestros perfiles. Ellos forman un equipo de dos. Nosotras también. Joan es marketer, Isabel también. Carles es periodista, yo también. Mundos aparentemente distintos que en ocasiones chocan pero que encuentran un punto en común en la necesidad de apostar por la COMUNICACIÓN 2.0 con mayúsculas y bien entendida.

De esto es de los que nos va hablar Joan Martín en su post: de los grandes cambios de la comunicación 2.0 y de la necesidad de entender realmente qué es y que supone esta comunicación.

Los grandes cambios de la comunicación 2.0

Los tiempos cambian. Nuestros hábitos también. Ya no recordamos la última vez que usamos una cabina telefónica o que mandamos un carrete de fotos a revelar. O incluso hemos dejado de utilizar nuestra cámara digital para hacer las fotos directamente con el móvil o de grabar CD’s porque la música la tenemos en nuestro smartphone o virtualmente en la nube a través de una cuenta de Spotify por ejemplo.

Si la vida progresa, la comunicación también. Y en los últimos tiempos podemos destacar grandes cambios que afectan a nuestro día a día en este apartado. El primero y más importante es la inmediatez. Lo queremos todo y ahora. Cualquier duda la resolvemos rápidamente desde nuestro Smartphone. Podemos comprar un billete de avión, reservar mesa en un restaurante o saber cuántos habitantes hay en Uzbekistán.

Otra gran diferencia está en las noticias. Ahora ya no las buscamos, nos llegan. Consultamos las redes sociales y leemos que un amigo está comprando una camisa, que un jugador de fútbol estrena botas nuevas, que un periodista se queja de los arbitrajes que recibe tal equipo y que ha dimitido el presidente del Barça. Todo en el mismo formato, mismo diseño, mismo tamaño. En nuestro Time Line mezclamos ocio con información.

Y el tercer gran cambio lo encontramos en la elección. Una vez nos llega la noticia, nosotros decidimos quién, cómo, dónde y cuándo. Elegimos en qué medio leerla, qué opinión le merece a un periodista concreto. Y sobre todo cuándo. Antes teníamos que esperar el Telenoticias o el boletín horario de la radio. Ahora los medios tradicionales nos ofrecen toda su programación a la carta y las webs se actualizan constantemente las 24 horas del día.

Ante este panorama, las empresas deben adaptarse a los nuevos tiempos. Es obligatorio aparecer en la red. Primero de todo hay que estar en Google y además con buena cara. Google es el escaparate online. La primera impresión y quizás la más importante. Por lo tanto, debemos tener una página web moderna y actualizada. Y dotarla de contenido interesante y renovado con cierta constancia.

A continuación tener unas redes sociales potentes para llevar tráfico a nuestra web e informar de nuestras actividades y productos. Siempre con un formato atractivo y elegante que consiga seducir al usuario y que confíe en nosotros para aparecer en su Time Line sin que tenga la sensación de que es únicamente publicidad. Combinando nuestra información con curiosidades e imágenes del sector.

Las empresas deben apostar por la comunicación online. No es el futuro, es el presente. Si una empresa no está en la red, está dañando su imagen. Resta. El cliente busca el trato cercano y la interacción que nos dan las nuevas tecnologías. Es un servicio más que están obligadas a ofrecer si no quieren parecer que siguen ancladas en el pasado. Y no vale adaptarse de cualquier manera.

Muchas veces, el online es la primera imagen que ofrecemos a un potencial cliente. Que le llegue un tuit, un post de Facebook compartido o el link de una página web. Y por eso, no vale todo. Hay que dejarlo en manos de profesionales.