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    Categories: Reflexiones

La desolación del blogger

La crisis del blogger

Aunque el título parezca el de la la segunda película de la saga del Hobbit, en esta ocasión el significado de desolación lo asocio más a tristeza y desconsuelo que a arrasar un pueblo 😉

Supongo que es algo común entre los compañeros de la blogosfera, pero hoy es uno de esos días en los que la desolación ha aparecido y no se va, uno de esos días en los que piensas que tal vez lo que aportas a tus lectores no sea nada nuevo, especial o que pueda aportar un valor añadido. Esta tristeza me hace plantearme si lo que escribo es algo básico, que todo el mundo conoce ya, si puede ser que la manera de transmitir las cosas no sea la apropiada, que tal vez deberíamos crear vídeos y podcast y hacer algo nuevo para nuestro público fiel.

Hay momentos en los que los días están cargados de trabajo y quehaceres cotidianos pero irremplazables, como ir al Mercadona a comprar la cena, sacar al perro a dar un paseo, o quedarte trabajando hasta tarde porque vence un plazo. O simplemente hay días de esos en los que no te apetece hacer nada y la procrastinación se apodera de ti.

Hay días en los que te tirarías en el sofá a ver una película y no pensar en nada y hoy es uno de esos días. El problema es que si ahora estuviera sentada viendo la copa del rey de basket, interiormente tendría una voz que me llamaría desde el blog y no me sentiría a gusto viendo el partido, y no porque considere el blog un quehacer más, al revés, porque el blog es un querer y no un deber.

Reflexiones de domingo por la tarde

Mi relación con este blog, y por ende con Paula (mi super compañera de blog), ha llegado a un punto en que se ha convertido en una parte inseparable de mi vida, es un hobby profesional, es una responsabilidad, es un pequeño tesoro que hay que cuidar, es una vía de comunicación con personas que ni siquiera conozco personalmente, pero que ya forman parte de mi historia, ya bien sea vía twitter o a través de los comentarios del blog  (Alejandra Ariza, Eli, Ángel Banegas, Dani Ramos, Victor Iturrioz, Iker Larrañaga, Matti, Pedro, Pablo, Manuel Caro, Beatriz Moure, y un amplio etcétera ampliado a la enésima ponencia). Es increíble cómo en 8 meses algo puede ir ganando posiciones en tu día a día.

Supongo que todos los que tenemos un blog atravesamos estos momentos o rachas, pero sinceramente a mí es la primera vez que me ocurre y no es exactamente que mi mente se haya quedado en blanco, lo que más me asusta es no poder transmitir algo nuevo, poder aportar algún valor a las personas que están detrás de un usuario de twitter o de un email.

La desolación del blogger en mi caso tiene estos síntomas:

  • Sentir que me estoy estancando con los artículos.
  • Compararme con otros blogs y sentir que jugamos en otra liga, y queda mucho por hacer.
  • Preguntarme qué pasaría si realmente no compartiéramos en redes sociales, si aún así tendríamos visitas en el blog.
  • Sentir que no aporto algo interesante y que pueda ser de ayuda para las personas que consultan el blog.

Esto no es uno de nuestros post al uso, es más una reflexión personal y una forma de volcar esa desolación que hoy siento como bloggera. La suerte de tener un blog compartido es que cuentas con otra persona a la que poder explicarle cómo te sientes y que te anima a seguir cuando la desolación acecha, así que aprovecho para dar las gracias a Paula, que hace que las cosas sean más sencillas cuando llegan los días nublados.

Mi madre siempre dice que cuando cuentas las cosas y las verbalizas, se hacen más pequeñas y dejan de tener tanta importancia como tú creías en tu cabeza. Así que, siguiendo este sabio consejo, he decidido volcar ese pensamiento en un post y aunque os parezca mentira ahora me siento mucho mejor 🙂

¿Os habéis sentido alguna vez afectados por la desolación del blogger?

Isabel Romero :